viernes, 18 de mayo de 2007

Gracias...

Gracias por estar ahí y apoyarme cuando lo necesito, hoy me has regalado momentos inolvidables, que te agradeceré por siempre... Tu sencillez, tu sencibilidad y tu disposición a escucharme y comprenderme, han sido para mi una bendición del cielo... gracias.
No te apresures, Dios sabrá mostrarte el camino y te indicará la forma en que debes recorrerlo, deja que el te de las respuestas que andas buscando, a las preguntas que aún no sabes formular...
Un día te levantarás y tendrás las respuestas, entonces podrás emprender e camino, si es que aún no lo has emprendido... confía en los tiempos del Señor...